'Malena canta el tango como ninguna y en cada verso pone su corazón. A yuyo del suburbio su voz perfuma, Malena tiene pena de bandoneón. Tal vez allá en la infancia su voz de alondra tomó ese tono oscuro de callejón, o acaso aquel romance que solo nombra cuando se pone triste con el alcohol. Malena canta el tango con voz de sombra, Malena tiene pena de bandoneón'.
Homero Manzi
¿El perfume de la nostalgia? ¿El vértigo
de la pasión? ¿El misterio que nace de las profundidades del lado oscuro del
alma? El tango tiene ese 'no sé qué' que hace que el corazón palpite con más
fuerza y uno pueda sentir cómo la sangre oprime las venas en su fluir
impetuoso. Todo aquel que sepa lo que es amar con cada célula de su ser y morir
en la desesperación del desengaño; todo aquel que haya sufrido en su propia
piel la tragedia de la traición; todo aquel que se haya acostumbrado ya a la
fiel compañía de la soledad; todo aquel que añore su tierra; todo aquel que ya
se haya quedado sin lágrimas entiende perfectamente lo que es el tango. Pero…
¿cómo definirlo? ¿Cómo explicarlo? Jorge Luis Borges dijo que "el tango, como
todo lo verdadero, encierra un secreto"… ¿Alguna vez te has detenido a
pensar en qué consiste? Y qué mejor oportunidad para encontrar una respuesta
que una entrevista con Bruno Tombari y Mariángeles Caamaño, quienes han
dedicado su vida a compartir esta danza argentina con el mundo. De hecho, así
se lo pregunté, textualmente. La primera reacción de Bruno fue "qué buena
pregunta", pero luego hizo una pausa, se detuvo a pensar y me confesó:
"La verdad es que no sabría cómo responderte". Mariángeles tampoco
encontró cómo develar el misterio. Pero el enigma quedó flotando en el aire y a
los tres nos sedujo la tentación de atraparlo. Les propuse, entonces, dejar el
planteo para más adelante: "quién sabe, por ahí la conversación nos abre
un sendero". Hablamos del tango de ayer y del tango de hoy. Hablamos del
idioma universal de su ritmo que entienden, cada uno a su forma, en todos los
rincones del planeta. Hablamos de que el tango es un juego que hay que tomarse
muy en serio. La atmósfera fue llenándose de imágenes, de emociones, de
sensaciones… Y al acercarnos al final de la entrevista les recordé esa pregunta
que nos quedaba pendiente. Y, entre los tres, de alguna forma juntamos trocitos
de ideas que habían ido surgiendo en la conversación hasta formar un mosaico que
nos pintara, aunque fuera una insinuación, ese secreto impenetrable. Cuando dos
personas enlazan sus cuerpos para bailar una canción de tango firman un acuerdo
implícito de dejar el mundo atrás, entregarse por completo a los abismos del
alma y fundirse en un abrazo. De compartir, por un instante, el universo. De
separarse al finalizar la canción, perdonarlo todo y olvidarlo todo, aceptando
que jamás han de recordarlo, que, quizás, nunca han de volver a verse. El
secreto del tango está en la oportunidad de vivir la magia del contacto con
otro ser. De jugar, como en el amor, al misterio de la eternidad